Ven Espíritu Santo, aquí estoy, con todo mi pasado dentro de mí, para pedirte la paz.
Mira Señor que las cosas que he vivido están lastimándome
por dentro. Mira esas angustias y dolores que aparecen a causa de ese pasado
que no me deja ser feliz.
Ven, Espíritu Santo, a invadir todo mi pasado para
transfigurarlo y renovarlo. Pasa por todo mi ser iluminando, sanando y
liberando.
Toca todos mis recuerdos y cura todo el dolor y la inquietud
que producen en mi existencia.
Pasa, Espíritu de amor, y sáname por todos los momentos
tristes y dolorosos, por aquellos días en que no me sentí amado, o fui
despreciado, maltratado, lastimado, utilizado, calumniado, olvidado, ignorado.
Cura mis recuerdos.
Como si fuera una herida que se cierra y desaparece, así se
sana todo mi ser de esos recuerdos. Y aquello que me hizo sufrir ya no
existe.
Pasa Espíritu Santo, alivia, cicatriza y restaura.
AMÉN.