jueves, 14 de junio de 2012

Historia de Mucho Valor y Reflexión


Un joven con un récord académico excelente fue a solicitar un puesto directivo en una gran empresa.

Pasó la primera entrevista, el director hace la última entrevista, y es quien toma la decisión final.

El director descubrió a partir del análisis del CV que los logros académicos del joven fueron excelentes en todo momento, desde la escuela secundaria hasta la investigación de postgrado, nunca había tenido un año en el que no obtuvo excelentes calificaciones.

El director le preguntó: "¿Obtuviste alguna beca en la escuela?" el joven respondió "ninguna".

El director le preguntó: "¿Fue tu padre quien pagó los honorarios de tu escuela?" El joven respondió: "Mi padre falleció cuando tenía un año de edad, fue mi madre la que pagaba todo".

El director le preguntó: "¿Dónde trabaja su madre?" El joven respondió: "Mi madre trabajaba lavando y secando ropa. El director pidió al joven mostrar sus manos. El joven mostró un par de manos lisas y perfectas.

El director le preguntó: "¿Alguna vez ha ayudado a su madre a lavar la ropa antes?" El joven respondió: "No, mi madre siempre quiso que yo estudiara y leyera más libros. Además, mi madre puede lavar la ropa más rápido que yo".

El director dijo: "Tengo una petición. Al volver hoy, vaya y limpie las manos de su madre, y luego venga a verme mañana por la mañana.

El joven sintió que su oportunidad de conseguir el trabajo era muy alta. Cuando regresó, felizmente pidió a su madre para limpiarle las manos. Su madre se sentía extraña, feliz, pero con sentimientos encontrados, y mostró finalmente sus manos a su hijo.

El joven comenzó a limpiar las manos de su madre poco a poco. Sus lágrimas cayeron a medida en que lo hizo. Era la primera vez que se daba cuenta de que las manos de su madre estaban tan arrugadas, y con tan numerosas callosidades y contusiones. Algunos eran tan dolorosos que su madre se estremeció cuando los limpió con solo agua.

Esta fue la primera vez que el joven se dio cuenta de que era este par de manos que lavan la ropa todos los días, los que hacia posible pagar la cuota de la escuela y la universidad. Los moretones en las manos de su madre fueron el precio que pagó por su graduación, por su excelencia académica y su futuro.

Después de terminar la limpieza de las manos de su madre, el joven lavó toda la ropa restante.

Esa noche, madre e hijo hablaron durante un tiempo muy largo.

A la mañana siguiente, el joven fue a la oficina del director.

El Director notado las lágrimas en los ojos del joven, le preguntó: "¿Puede usted decirme qué ha hecho y que aprendió ayer en su casa."

El joven respondió: "Yo limpié las manos de mi madre, y también terminé de lavar toda la ropa que aun quedaba.”

El Director le preguntó: "por favor, dígame que siente."

El joven dijo:

Número 1, Ahora sé lo que es la apreciación. Sin la abnegación de mi madre, no habría tenido hoy éxito.
Número 2, Al trabajar juntos y ayudar a mi madre, sólo ahora me doy cuenta de lo difícil y duro que es conseguir que se haga algo.
Número 3, He llegado a apreciar la importancia y el valor de la relación familiar.

El Director dijo: "Esto es lo que estoy buscando en mis gerentes.

Quiero contratar a una persona que aprecia la ayuda de los demás, una persona que conoce el sufrimiento de los demás para hacer las cosas, y una persona que no pondría el dinero como su única meta en la vida. Usted está contratado.

Con el paso del tiempo, este joven trabajó muy duro, y recibió el respeto de sus subordinados. Cada empleado trabajó con diligencia y en equipo. El desempeño de la empresa mejoró enormemente.

COMENTARIO

Un niño, que ha sido protegido y se le ha dado todo lo que quería, desarrollará una "mentalidad de derecho" y siempre se pondrá en primer lugar. Será ignorante de los esfuerzos de sus padres.

Cuando comienza a hablar, se supone que cada persona tiene que escucharlo a él, y cuando se convierte en un gerente, nunca sabe de los sufrimientos de sus empleados y siempre culpa a los demás.

Para este tipo de personas, que pueden ser buenos académicamente, pueden tener éxito por un tiempo, pero finalmente no tendrán sentido de logro. Se quejan y se llenan de odio y luchar por más. Si queremos este tipo de protección de los padres, ¿estamos realmente mostrando amor o en su lugar estamos destruyendo al niño? 

Usted puede dejar que su hijo viva en una casa grande, comer una buena comida, aprender piano, ver una gran pantalla de televisión. Pero cuando usted está cortando el césped, por favor, deje que lo experimente.

Después de una comida, que laven los platos y vasos junto con sus hermanos y hermanas. No es porque usted no tiene dinero para contratar a una sirvienta, pero es porque quiere enseñarle de una forma correcta.

Usted quiere que entiendan, no importa lo rico que son sus padres, que un día su pelo crecerá gris, al igual que la madre de ese joven. Lo más importante es que su hijo aprenda a apreciar el esfuerzo, que experimente la dificultad y conozca la capacidad de trabajar con otros para hacer las cosas.

Anónimo.

jueves, 7 de junio de 2012

Palabras de Sabiduría Junio 2012



Dios da la semilla, a nosotros nos toca sembrar. Dios nos ha dado nuestras cualidades, a nosotros nos toca desarrollarlas; Dios nos ha dado el corazón, el interés, la inteligencia, la voluntad, la libertad, la capacidad de amar; pero el amar o el no amar, el entregarnos o no entregarnos, el ser egoístas o ser generosos depende sola y únicamente de nosotros. (Catholic.net)










No debemos culpar a nadie cuando algo falle: somos nosotros los responsables por aquello que conquistamos o no conquistamos. Nuestra vida está en nuestras manos. Nos toca a nosotros escoger qué hacer con ella. (Catholic.net)


No importa que te amen o te critiquen, te respeten, te honren o te difamen, que te coronen o te crucifiquen; porque la mayor bendición que hay en la existencia es ser tú mismo. OSHO












Es en lagenerosidad donde el hombre es feliz, y es en el egoísmo en donde el hombre es auténticamente desgraciado. Aunque a veces la generosidad nos cueste y nos sea difícil; aunque a veces el ser generosos signifique el sacrificarnos, es ahí donde vamos a ser felices, porque sólo da una espiga el grano de trigo que cae en la tierra y se pudre, se sacrifica, mientras que el grano de trigo que se guarda en un arcón acaba estropeándose, se lo acaban comiendo los animales o echándose a perder. (Catholic.net)

Orando La Pérdida De Un Ser Querido


          Señor, yo no sé rezar desde esta realidad, porque es una realidad desconocida para mí, no es que desconozca el dolor, tu sabes que lo he probado muchas veces, pero este dolor Señor, el dolor que ahora siento por la pérdida de mi ser querido es un dolor nunca antes sentido, sin embargo, te doy gracias porque aún en lo más profundo de mi dolor, desde lo hondo de mi mismo, yo puedo pensar y sentir el dolor que otras personas seguramente habrán sentido cuando han perdido a una persona tan amada y sobre todo un hermano, un hijo, un ser querido. 

Tú sabes que te quiero mucho Señor y estoy seguro que solamente tú, me vas a dar la fortaleza para crecer. Su habitación, su ropa, incluso Señor su olor, todo está tan fresco que me cuesta resignarme, porque su presencia la siento en todas partes y sin embargo ya no está. Por favor Señor abre mi corazón y mi mente. No para entender con la razón sino con mis sentimientos, el sentido del dolor. El sentido de la muerte física. 

Gracias por el cariño de los amigos y amigas, hermanos y hermanas, gracias porque esto nos ha venido a unir como familia, gracias porque en este momento nos sentimos uno y en esa unidad lo sentimos a él, a nuestro ser querido. 

Dame la fortaleza Señor que le diste a la Virgen Madre cuando estaba al pie de la cruz, sufriendo y viviendo el dolor a tope y también quiero pedirte humildemente Señor por todas aquellas personas que no han podido tener un duelo, por cualquier razón motivo o circunstancia, que no han podido vivir el duelo de sus familiares desaparecidos porque les han, incluso, negado o quitado hasta ese derecho. 

Gracias Señor porque tú siempre inscribes tu presencia en esta vida con tu Espíritu, dame la fe para creer que lo que sucede, sucede con un sentido y con una razón que quizá ahora no entiendo, pero que un día podré comprender, Amén.
                                                                                                                                                                                                         Padre Jose Humberto Marroquín.