viernes, 6 de noviembre de 2015

ORACIÓN DE LOS PADRES PARA EDUCAR BIEN A LOS HIJOS

SEÑOR:
AYÚDAME a comprender a mis hijos, a escuchar pacientemente lo que tengan que decir, a contestar con cariño todas sus preguntas.
HAZME tan amable con ellos, como quisiera que lo fueran conmigo. No me permitas interrumpirlos, hablándoles de mal modo, si no enseñándoles con amor.
DAME EL VALOR de confesar mis faltas a mis hijos, no permitas que me burle de sus errores, ni que los humille o avergüence delante de sus amigos o hermanos como castigo.

SEÑOR:
NO PERMITAS que induzca a mis hijos a hacer cosas indebidas por seguir mi mal ejemplo.
TE PIDO que me guíes todos las horas del día, para que pueda demostrarles, por todo lo que diga y haga, que la honestidad es fuente de felicidad.
REDUCE el egoísmo que hay dentro de mi, te lo ruego. Haz que cese mis críticas de las faltas ajenas y que cuando la ira trate de dominarme, me ayudes, Oh Señor, a contener mi lengua.
HAZ que tenga siempre a flor de labios una palabra de estímulo.
AYÚDAME a tratar a mis hijos, conforme a sus edades, y no me permitas que de los menores exija el criterio y normas de vida de los adultos.

SEÑOR:
NO PERMITAS que les robe las oportunidades de actuar por sí mismos con responsabilidad, de pensar, escoger y tomar su decisiones de acuerdo a su edad.
PROHÍBEME, Señor, que los agreda física o verbalmente con el pretexto de corregirlos, por el contrario, que siempre tenga para ellos TIEMPO, ABRAZOS, AMOR Y BESOS.
Cuatro pasos que, como ángeles de la guarda, debo yo regalarles.
PERMÍTEME el poder satisfacer sus deseos JUSTOS, pero dame valor siempre de negarles un privilegio que sé que les causará daño.
HAZME TAN JUSTO, tan considerado y amigo de mis hijos, que me sigan por amor y no por temor.

SEÑOR:
AYUDAME, en fin, a ser un LIDER para ellos y no un JEFE.



¡SEÑOR, YO QUIERO SER COMO TÚ, PARA QUE VALGA LA PENA QUE MI HIJO SEA COMO YO!

AMÉN

(webcatolicodejavier.org)

ORACION ANTE EL SUFRIMIENTO

Señor Jesús, no me dejes nunca solo(a) cuando sufro.
Tú conoces mi debilidad ante el dolor .
Sabes que supera mis fuerzas.
Yo solo no puedo con la cruz.

En Ti confío y a Ti me abandono, 
porque se que con tu fuerza podré llevar esta cruz
que la vida me ha cargado. 
Mi debilidad en Ti se fortalece
y mi dolor contigo se ilumina y toma sentido.

Tú quisiste asumir mi dolor en el tuyo,
para poder purificarlo en Ti,
para poder transformarlo en Amor.
¡Ayúdame a amar mi dolor,
como Tú lo amas!.

Hoy te pido que me concedas la gracia
de amarte siempre y en cualquier circunstancia de mi vida.
Y si no conviene disminuir mi dolor de hoy,
dame, te suplico, el valor para asumirlo y vivirlo por amor a Ti.

¡Bendito seas mi Cristo doliente en mi dolor!
y en el dolor de todos mis hermanos.

Amén.

(Santa Faustina Kowalska)